Fuimos canciones

Autor: Elisabet Benavent. 

Editorial: Suma de letras.

Páginas: 544 páginas. 

Formato: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 9788491291596.

Precio: 16'90 euros. 

Precio bolsillo: 9'95 euros. 

Precio eBook: 7'99 euros. 

Macarena vive en Madrid y es asistente de una influencer de moda.

Macarena disfruta la vida a sorbos e intenta ser feliz.

Macarena tiene dos amigas: Adriana y Jimena.

Macarena guarda un secreto que deletrea a escondidas.

Ese secreto tiene tres letras: L-E-O.

Macarena no sabe que Leo está en Madrid.

Macarena teme, Macarena sueña, Macarena ama, Macarena vuela...

Y en este juego del destino intenta aceptar que lo que fuimos no puede ser lo que seremos...

¿O quizás sí?

¡Hola a todo el mundo! 

Hoy vengo a hablaros de un libro que en su día tuvo muchísimo boom y que actualmente considero que también sigue teniéndolo porque ese es el efecto que crea Betacoqueta en todos nosotros. Sus libros para mí son pura adicción y un acierto asegurado. 

Esta bilogía la tenía super pendiente desde el día que la estrenaron y por unas cosas u otras siempre la dejaba para más tarde y no sabéis lo que me arrepiento por ello. Pero como dicen, mejor tarde que nunca porque oh my god lo que se avecina con esta primera parte. Menudos dramas, es que Elisabet es mucha Elisabet, agarraros que vienen curvas.

Fuimos canciones es la primera parte de la bilogia Canciones y recuerdos, donde conoceremos al trío de amigas que no pasan desapercibidas allá donde van.  Ellas son Macarena, Jimena y Adriana. 

Macarena es asistente de una influencer de moda bastante especialita, la lleva por el camino de la amargura. A pesar de que controla muy bien las tareas encomendadas, no puede soportarla. 

Solo quedar con sus dos mejores amigas, Jimena y Adri, hace que sus días de mierda sean soportables. Y si a todo esto le sumamos el inesperado encuentro con la persona que más odia en este mundo en secreto, su vida se convierte en un completo caos y resentimiento. 

Jimena lleva enamorada de su amor adolescente toda la vida. Para ella Santi lo era todo, hasta que por desgracia fallece. Ese hecho la deja marcada de por vida. Y mas cuando es aficionada a todo lo relacionado con la muerte. Todos los chicos que conoce los compara con su amor adolescente muerto. Y para mas Inri conoce a Samuel con el que piensa que es la reencarnación de Santi a los 30. Todo son señales para ella, estáis alucinando, ¿verdad? Pues no os podéis hacer la idea de lo que hará para conseguirlo. 

Y por último y no menos importante Adriana, que aunque pueda parecer que lo tiene todo, un marido atractivo y como ella dice un acróbata del circo del sol del sexo, un trabajo que le apasiona y unas mejores amigas que siempre están ahí para cualquier urgencia le falta algo, no se siente completamente satisfecha con su vida. Mientras que sus amigas le narran las vidas sexuales tan activas que tienen, ella se pregunta por qué tiene un apetito sexual tan bajo, el sexo con Julián es muy bueno pero no le hace volverse loca como les pasa a ellas. Se siente un bicho raro, necesita hacer algo al respecto. Y si su problema puede solucionarse añadiendo algo nuevo en su matrimonio. Qué tal... ¿un trío? 

Sobre los personajes, Macarena es una persona que guarda un resentimiento muy fuerte que hace que su vida no siga adelante. Lo que Leo le hizo la dejo destrozada, tanto que huyó de su ciudad para comenzar una nueva vida en Madrid. Pero a pesar de querer  con todas sus fuerzas pasar página creándose una nueva vida, si la herida sigue abierta es imposible.  Aunque no lo quiera ver sigue anclada en el pasado, a ese perdón que nunca llegó. 

Sin duda guarda muchísimo dolor y rencor dentro. 

Las únicas que hacen que su vida sea más llevadera son sus dos mejores amigas, una tan diferente a la otra. Jimena es la locura personificada, deslenguada y apasionada. Con ella nada es normal, me dejó muy alucinada con su historia y es que para no dejarte... Mientras que Adriana es mas calmada, sensata y madura. Aunque me ha parecido bastante cobarde con el transcurso de la historia, por no enfrentar sus sentimientos por el miedo a ser juzgada. Pero las tres juntas hacen un equipo inmejorable, cada una complementa a la otra y se ayudan mutuamente a superar y enfrentar sus problemas. 

Como todos sabéis si alguna vez habéis leído a Elisabet, su forma de escribir es super natural, sin filtros. Nada de florituras ni hacerlo más bonito para quedar bien, no, tal cual como la vida misma y eso es lo que la hace especial y por lo que tanto me gusta. 

Me han encantado cada una de ellas, pero en especial Jimena, ha sido sin duda mi personaje favorito porque me he identificado mucho en su forma de ser ya que tenemos en común ser unas personas que lo sueltan todo lo que piensan por la boca, sin importarnos lo que piensen los demás, aunque sin duda ella lo es mucho más que yo porque telita con la niña... Pero no he podido reírme más con ella, es tremenda. 

Cada uno de los capítulos van introducidos por diferentes canciones dando título a cada uno de ellos. 

La forma de narrar de la historia es bastante peculiar, puesto que intervienen tanto las chicas, Macarena, Jimena y Adriana, como Leo. Pero mezclando la primera y tercera persona, quiero decir, cuando intervienen Macarena y Leo hablan en primera persona contándolo desde sus perspectivas, mientras que cuando intervienen Jimena y Adriana es en tercera como si fuera Macarena la que lo estuviera contando o esa es la sensación que a mí me ha dado. Pero aunque os parezca un poco lioso es fácil pillarle el ritmo a la historia e introducirte en ella. 

Desde el primer momento en el que lo comencé no pude separarme ni un segundo de el por eso me ha durado apenas 3 días. Elisabet te sabe bien enganchar con sus historias ya que siempre te deja con ganas de saber más capítulo tras capítulo y dejándote con la intriga hasta el final. Estoy deseando comenzar la segunda parte que seguro que viene cargadísima de salseos igual o mejor que estos. El hype que tengo en este momento roza ya los límites de la locura. 

En conclusión, un comienzo de bilogía que me ha dejado aún asimilándolo todo. Estoy deseando hincarle el diente ya a la continuación para saber con qué me va a sorprender de nuevo.